Autor: Empar Baños
Facebook, Twitter, Instagram… e incluso Pinterest y Google+. Estáis en todas las redes sociales habidas y por haber, os habéis leído un sinfín de libros para community managers y seguís a todos los gurús en Social Media, pero los resultados no son los que esperabais. El número de seguidores en todas vuestras redes sociales crece con cuentagotas, los likes son ocasionales y nadie comparte lo que decís. Y llega un punto en que esa pregunta que no te deja dormir se verbaliza: ¿Por qué nadie nos sigue en las redes sociales?
En las redes sociales o se está al 100% o mejor ni estar. ¿Quieres que tu empresa empiece a posicionarse en las principales redes? ¿Quieres saber el secreto para que tus seguidores interaccionen más contigo? ¿Quieres que tus contenidos no caigan en el olvido tras ser publicados? Sigue leyendo, hoy te damos 10 consejos para darle la vuelta a la tortilla y empezar a tener éxito:
1. Valora si tu presencia en ellas tiene sentido
Empieza haciéndote una simple pregunta: ¿por qué necesitas estar en las redes sociales? Si la respuesta es que en ellas (o en una de ellas) están tus clientes, adelante. Si tu target no está en ellas nada cambiará porque tú sí lo estés.
2. Haz que tu contenido sea valioso para tus clientes
Estar por estar no es una buena opción. Asegúrate de que tu presencia en las redes tenga un valor añadido para tus clientes (que los instruya en algo, que los conmueva, que los inquiete…), y pregúntate si puedes seguir ofreciendo ese valor durante largo tiempo. Abrir una cuenta en Twitter es una estrategia a largo plazo, no una simple campaña de promoción.
3. Crea una estrategia de contenidos
Improvisar no siempre da buenos resultados, y menos en las redes sociales. Planifica tu estrategia, crea un calendario y ordena todo lo que quieres comunicar y cuándo. Siempre habrá tiempo para improvisar (como cuando retransmites un evento en directo), pero no lo conviertas en tu estrategia habitual.
4. No le pongas fecha de caducidad
Tu presencia en las redes sociales no debe ser temporal. No pienses en ellas como una plataforma que te servirá para lanzar una campaña puntual, en la que invertirás tiempo y dinero, pero que luego abandonarás a su suerte. Ni Twitter ni Facebook funcionan así.
5. No dejes de publicar
La constancia es la clave del éxito, también en las redes sociales. Sé constante en tus publicaciones, haz que sean diarias y no dejes nunca de publicar. Cuando dejas de publicar tus seguidores se van y no te esperarán, seguro que hay alguien más interesante a quien seguir (¿La competencia quizás?). Existen plataformas de programación de posts que te facilitarán mucho el trabajo y evitarán que tengas que estar 24h pendiente de las cuentas de tu empresa.
6. Ten en cuenta que más que la cantidad lo importante es la calidad
¿Te has parado a pensar en qué contenido posteas? ¿Has observado si les parece interesante a tus seguidores o, por el contrario, les aburre? 5 tuits interesantes y atractivos siempre surgirán más efecto que 10 mediocres. Tu responsable de ventas sonriendo junto al logo de la empresa quizás no sea el contenido más atractivo de internet.
7. Gestionar redes sociales no es fácil ni gratis
No caigas en ese error. Gestionar una cuenta en una red social no es publicar un tweet de vez en cuando. Y tampoco es gratis. Está muy bien decir que quieres ‘crear contenido de calidad’ y ‘publicar a diario’ en tus redes sociales, pero si a la hora de la verdad no quieres invertir ni un euro es como si no hubieses dicho ni hecho nada.
8. Nunca lo tendrás todo hecho
Cuanta más importancia adquieras en las redes más tendrás que trabajar en ellas para mejorar y seguir creciendo. No es cierto que las empresas con muchos seguidores lo tienen todo hecho, ¡tienen mucho más trabajo que el resto!
9. Rodéate de los mejores
No sirve cualquier perfil profesional para gestionar una red social. Si quieres tener éxito asegúrate de invertir en alguien que entienda tus necesidades, tenga los recursos y las herramientas necesarias y sepa mostrarte el camino.
10. Y recuerda: el verdadero reto es que te escuchen cuando alrededor solo hay ruido. ¿Has aprendido ya cómo hacerlo?