La organización de eventos culturales requiere una serie de tablas y contactos para que todo resulte un éxito. Es por eso que muchas empresas delegan todo lo concerniente a la organización y puesta a punto de este tipo de celebraciones a profesionales expertos para que todo salga a pedir de boca.
¿Me conviene realizar un evento cultural?
Teniendo en cuenta los resultados que arrojan estudios como el publicado por Eventoplus (2017), la inversión en organización de este tipo de eventos creció en un 5.6%, es decir: miles de empresas se han dado cuenta de que no solo son rentables, sino que permiten alcanzar los objetivos corporativos.
¿Qué son los eventos culturales y en qué se traduce en cifras?
A diferencia de otro tipo de eventos publicitarios, la organización de eventos culturales se especializa en aquellos de carácter artístico o cultural, y son especialmente interesantes para fomentar un sentimiento de identidad en un colectivo o población concretos.
Los eventos que están relacionados con el arte son en muchos casos, un escenario ideal para tratar con un público más culto, o con una comunidad en concreto.
Aunque no todos los eventos de carácter cultural son a mediana escala, algunos, como los conciertos, festivales o ferias, congregan a un volumen importante de gente y por tanto, toda la organización debe ser muy cuidada, y requiere un nivel alto de experiencia y capacidad de gestión.
Algunos ejemplos de este tipo de celebraciones, además de los ya mencionados, pueden ser exposiciones; conferencias, eventos corporativos culturales, presentaciones de libros, etc.
¿Cómo se organiza un evento cultural?
Embarcarse en la organización de este tipo de eventos debe responder a una necesidad concreta. Si hemos detectado una circunstancia en la que un evento cultural supondría la mejor estrategia debemos tener claro a qué público va dirigido y cómo alcanzar la mejor difusión para ello.
El espacio para el evento y el momento en el que se celebre, es una cuestión de suma importancia: Que el lugar esté comunicado, adecuado para el aforo previsto, que cuente con la infraestructura necesaria es primordial, así como la elección de una fecha en el calendario que facilite el éxito.
La puesta en escena: Decoración, ambientación, tipo de evento, sonido, iluminación… todas estas cuestiones deben tenerse muy en cuenta a la hora de organizar un evento.
Los canales mediante los que se va a publicitar la cita es una parte muy importante del trabajo en la organización de eventos culturales, ya que requiere un amplio conocimiento sobre los hábitos de cada segmento de la población, para poder hacer uso de cada herramienta de la manera más productiva posible, maximizando el impacto y la cobertura por parte de los medios de comunicación correspondientes.
¿Necesitamos patrocinadores? Es una pregunta bastante interesante. Por un lado, los patrocinadores y colaboradores permiten sufragar parte del costo de la organización de un evento de semejantes características (a pequeña, mediana o gran escala), pero por otro lado, recurrir a ellos supone contar con los contactos necesarios y ahí es donde entra en juego una empresa de organización de eventos.
Con una amplia experiencia y una interesante cartera de contactos, la empresa que se encarga de organizar un evento cultural puede conseguir que algunas personalidades del mundo del arte y la cultura puedan participar e incluso actuar como reclamo para nuestro evento.
Marca la diferencia
Crear una firma dentro de la marca para la puesta en marcha de eventos culturales es una forma de llegar al público y diferenciarse de la competencia. Permite hacer llegar el mensaje de que nuestra empresa se sostiene sobre valores firmes y positivos para la comunidad, que está comprometida con la cultura. De este modo, la imagen de marca sale reforzada, y aumenta su visibilidad.
Mejorar la proyección de la empresa, ampliar el número de seguidores, crear una reputación solvente y de interés, son algunos de los motivos por los que interesa embarcarse en la organización de eventos culturales, ya que al final repercute en el crecimiento de la compañía considerablemente.
